El trabajo que realizamos desde hace más de una década, se ha visto reforzado este año con el reconocimiento que hemos obtenido en la última edición de la Cata para seleccinar la mejor anchoa de 2014, celebrada en Santoña en mayo.
Es el fruto del esfuerzo, del cariño, el mimo y el buen hacer con el que trabajamos día a día nuestra materia prima.
Compramos nuestro pescado en las subastas de primavera, de las cofradías del norte de España, para, posteriormente, llevarlos hasta nuestra fábrica, éstas pasan primero por el salazón y allí reposan entre 6 y 9 meses. Tras este tiempo, imprescindible para su maduración, procedemos a trabajarlas una a una, quitándoles la piel y una parte de la sal. Las manos artesanas de las muejeres de Santoña las lavan y secan para luego filetearlas con mimo y colocarlas en los envases, que se cubren con aceite de oliva y se cierran.
La Cofradía de la Anchoa de Cantabria recuperó la cata-concurso de anchoas con el reconocimiento y la distinción a la ‘Anchoa seleccionada 2014’. Participaron en esta cata las mejores empresas artesanas de elaboración de anchoa.
La selección sobre la que se realizó la cata, se hizo con producto comercializado, es decir la organización compró las anchoas de forma anónima en los lugares donde estaba a la venta.
Un jurado independiente, compuesto por la directora general de Pesca y Alimentación del Gobierno de Cantabria, Pilar Pereda; el periodista y coordinador del suplemento gastronómico ‘Cantabria en la Mesa’, José Luis Pérez; el jefe de cocina de La Casona del Judío, Sergio Bastard, la vicerrectora del Aula de Gastronomía de la Universidad de Cantabria, Elena Martín; y por Ramón Alonso, veterano conservero santoñés ya jubilado.
Todos ellos probaron los diferentes filetes de anchoas, teniendo en cuenta la diferentes fases que requiere una buena cata. La fase visual donde prima la apariencia, la fase olfativa donde se tiene en cuenta su aroma y olor, la gustativa en la que hay que buscar un sabor largo y equilibrado y, por último, se valora la sensación en boca siendo lo ideal una textura firme y carnosa.