La mejor manera de degustar una buena anchoa es al natural. Para apreciar todos sus matices siga estos sencillos pasos:
- Sacar del frigorífico un cuarto de hora antes de servirlas.
- Una vez fuera, sacarlas de su envase y colocarlas en un plato.
- Por último, rociar con aceite de oliva y ya están listas para comer.