1. Al ser semiconservas que no conservas, las anchoas deben guardarse en el frigorífico. Para su consumo óptimo, lo que debes hacer es comerlas al momento una vez abierto el tarro o lata u octavillo y, a ser posible, siempre antes de un año desde su fecha de envasado.
2. En las anchoas, el tamaño sí importa y cuanto más grandes, mejores, como nuestras #anchoas Premium y ECO. El color y su tersura son también dos aspectos a tener en cuenta a la hora de valorar su calidad. Otras notas distintivas de las anchoas de excelente calidad son su textura carnosa y la usencia de espinas.
3. Las anchoas se envasan en latas o en tarros de cristal. Aunque también se comercializan en formatos más grandes, el octavillo, una lata de 50 gr. en la que vienen entre ocho y diez filetes, es considerado el mejor para degustarlas en su máxima expresión.
4. Al ser un producto excelente de por sí, no hace falta añadirles nada. No obstante, no está demás añadirles un chorro de un buen aceite de oliva en el momento de servir.